sábado, 3 de abril de 2010

Cuando cae la noche

RESEÑA DE UNA NOCHE… O UN PEDAZO DE ELLA

Miro por la ventana, todo está oscuro, pienso… me gusta estar solo para pensar. Cosas que pasan, cosas que pesan. Veo la vida transcurrir calle abajo, la gente pasa presurosa; ríe, charla, discute, se divierte; vive.

Dentro de mi cuarto todo es oscuridad, la ausencia de la luz me gusta, es buena para pensar, para reflexionar; me gusta observar como transcurren las cosas fuera, lejos de mí, sin mi presencia.

Las cosas que han pasado y no tengo claras son las primeras en acudir a mi mente; tal vez pude hacer más, tal vez pude evadir menos; mi vida no es un caos pero me gusta pensar en ella; en que paso, en que hice bien, en que hice mal… me gusta rememorar.

Si estoy solo me siento en paz, me da tranquilidad, me deja reflexionar; la vida viene y va y aunque no estemos presentes siempre estará; observo la luna por la ventana, el inmenso cielo estrellado transmite serenidad, sensación de paz, la fresca brisa nocturna me ayuda a despabilarme… es tarde, la calle se va vaciando, los coches van dejando de transitar y yo sigo pensando, me quedaría así siempre pero tengo que “regresar”, debo volver a la “realidad”, tengo que salir y ver a los demás.

Salgo de mi habitación y me dirijo a cenar, la mesa esta llena; solo me estaban esperando, tomo asiento y me dispongo a comer; la noche transcurre lenta pero con demasiada paz, entre conversaciones y risas, entre pláticas y chistes, entre juegos y vivencias… la noche se acaba ya, hay que ir a dormir, el mañana llegará y al despertar todo de nuevo empezará; la vida transcurre lenta o rápida según se de pero si vives y disfrutas entonces no te arrepentirás.

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